Entremeses de una Época Oscura o "El teatro en el Siglo del Euro"

El pasado lunes, 20 de Abril,  la compañía Teatro de Mayo estrenó en el teatro Fígaro de Madrid Entremeses de una Época Oscura de José Manuel Naredo y Octavio Colis que quiero empezar por recomendar a todo aquel que quiera pasar un rato divertido con una farsa en siete piezas ( entremeses) que ponen el dedo en las múltiples llagas que laceran nuestra actualidad política y económica.

Con una estructura  y espíritu que recupera a los clásicos  y un montaje en la mejor tradición del teatro independiente español, Octavio Colis ha conseguido levantar un tinglado, a la manera de la antigua sátira, por el que desfilan una colección bien elegida de personajes arquetípicos, alegorías sarcásticas de los protagonistas del poder y el abuso en la pomada española contemporánea.

Dirigida e interpretada con soltura, la obra transcurre al buen ritmo de un musical en el que se pueden disfrutar  desde conocidas piezas populares como La conga hasta las elegantes composiciones para piano de la jovencísima María Lafuente  (que debutó como intérprete sin perder el pulso ni la presencia), pasando por un notable diálogo virtual entre el flamenco del cantaor Pepe Giménez del Pueblo y un canon sacro entonado por dos actores del elenco.

Los mensajes no tienen desperdicio aunque, a ratos, la imprescindible (para el propósito crítico) jerga económica se cuele con sus palabros entre una rimas que dan buena cuenta de la ruinosa dialéctica entre austeridad, despilfarro y apropiación indebida. Además, la obra cuenta con unos figurines de Manuel Alcorlo que dan valor añadido y reconocido a una función que bien merece la pena.

En fin, un meritorio estreno para estos tiempos en los que, entre unos y otros, la cultura se ha quedado, literalmente, en los huesos ( recuérdese el trasiego con los de Cervantes, hoy, que se conmemora su muerte), y sólo se consigue financiar y representar lo que conviene a "la crema de la intelectualidad", como decía el chotis, para seguir aplaudiéndose entre ellos.

Vayan a verla sabiendo que,  aunque constituye una especie de "regreso al futuro"no es teatro del Siglo de Oro, es un buen espectáculo del Siglo del Euro.