Serendipia (con perdón) de la Sirena

El término "Serendipia" (vulgo chiripa) tiene su origen en un antiquísimo cuento conocido como "Los tres príncipes de Serendip". En él se narran los asombrosos hallazgos de tres hijos de un rey persa en la isla de Serendip, la actual Sri Lanka, lugar al que habían sido enviados para iniciarlos en un mayor conocimiento del mundo.
El palabro hizo fortuna en la segunda mitad del s.XVIII de la pluma de un escritor inglés que, fascinado por el relato, acuñó el término Serendipity para caracterizar los descubrimientos coincidentes sin relación causa /efecto aparente.
Ya en el s.XX, el misterioso Karl Jung, tras observar en su consulta psiquiátrica algunos acontecimientos extraños ocurridos con sus pacientes, se puso a estudiar desde una perspectiva más científica tales fenómenos y escribió un curioso tratado sobre lo que rebautizó como "Sincronía" y que definió como "hallazgo significativo casual". El estudio es una aproximación pseudofreudiana para una interpretación del caos y el azar, en el que apunta la existencia de una lógica universal oculta, donde la casualidad no es un precipitado arbitrario de sucesos sino el producto de una especie de subconsciente colectivo global en el que las coincidencias no son banales sino significativas.
Toda esta parrafada viene a cuento de la serendipia, sincronía, chiripa, ironía del destino o lo que quiera que sea con la que se inauguró este blog: en uno de los comentarios a la presentación, mi hijo me puso sobre la pista de que se estrenaba en Madrid ese mismo día un Ibsen, La Dama del Mar, en versión de Susan Sontag, dirigido por Bob Wilson, uno de los grandes de la escena contemporánea internacional.
Fuí a ver la obra y me encontré con un espectáculo excelente, deslumbrante en algunos aspectos como la escenografía o la música, pero también con un contrapunto a Casa de Muñecas, seguramente escrito con la intención, mucho menos noble, de contemporizar y desagraviar a los críticos por el portazo de la obra anterior.
Si bien la obra insiste en la crítica social al sexismo, esta vez está atenuada por una perspectiva remota, distante, glaciar. Inspirada en leyendas arcaicas, presenta un perfil arquetípico de la mujer, como sirena: un ser de otro mundo, que seduce al hombre con su exótica conducta y que aunque parezca adaptada a la vida en pareja, nunca está suficientemente domesticada, siempre alberga una insatisfacción profunda y letal para el hombre.
Esta dama del mar, hermana pequeña de la decidida Nora, llega hasta el extremo de pensar en voz alta sobre su marido: "le machacaré la cabeza con una piedra plana y después me lanzaré al mar".
Estoy convencida de que existen las sirenas y de que algunas mujeres se conducen fatalmente, pero, personalmente, no me identifico nada con ellas: mi silueta (a estas alturas más parecida a la de las focas), mi voz ( empañada por el vicio nefando del tabaco), mis pensamientos (feministas pero no fatídicos), y mi matrimonio (30 años unidos por el libre albedrio) me alejan demasiado del terrible estereotipo.
Y para mayor serendipia, a mi hijo (el que ha provocado todo esto con su comentario) lo llamé Ulises que, como es sabido, resistió heroicamente a los cantos de sirena. Sin duda, merece la pena pasarse por el Teatro del Matadero, pero frente a los monstruos marinos yo me quedo con la Casa de Muñecas.

Comentarios

Ana Maria ha dicho que…
Belinda
De nuevo magistral referencia teatral. No sé si sabías que Serendipity es una de las palabras del inglés que más me gusta ademas de por su significado por su musicalidad. Y mi frase favorita atribuida doblemente a Pascal y a Pastuer (hay quien dice que a algun griego), es " el azar favorece a la mente preparada "
Espero que la obra se siga representando aún este fin de semana para ir a verla con Félix
Besos.
Ana
Anónimo ha dicho que…
quizás haya alguna verdad en esto que cuentas que me alumbra sobre los misterios de las fatídicas relaciones con los hombres, o quizás sea más poético atribuir los desastres a que algunas seamos sirenas...aunque sea de tierra.
Anónimo ha dicho que…
hola te envio una imagen de una de las Lamias de santxotena ,como sabes son las sirenas que segun la mitologia de Euskadi habitan en el rio Bidasoa en fuentes y arroyos enamorando a pastores y labradores,son las lamias de aguadulce,pero parece que igual de engañosas.un besico men

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