Las Cuentas del Gran Capital
Cuenta la historia que allá por 1506, Fernando el Católico pidió a Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán, que le informara de los gastos en los que había incurrido en la campaña de Nápoles. Ofendido e irritado por la "impertinecia y mezquindad" del Rey de Aragón, el gallardo capitán le respondió con una retahíla de partidas tan exageradas como absurdas. La más conocida es aquella de: Picos, palas y azadones:100 millones, pero se recogen (Lope de Vega) otras bien curiosas como la de Guantes perfumados para ocultar el hedor de la batalla en los soldados o Limosnas para rezos de monjas y frailes para tener a Dios de nuestra parte.
Esta salida de pata de Banco, se celebró entre la aristocracia del Antiguo Régimen como un rasgo de ingenio e hidalguía que ponía en ridículo al monarca, pero quedó para el vulgo y para los restos como símbolo de la desmesura y la imprecisión en las cuentas.
En el V Centenario de la anécdota, se diría que las circunstancias no han cambiado sino en la dimensión: las temerarias huestes financieras han arrasado el planeta sin reparar en gastos, gastos de los que no parece quieran rendir cuentas a las autoridades ni a nadie. Por el contrario, piden más; exigen al rey (hoy el estado) bajo amenaza de catástrofe mundial y miseria global que siga poniendo dinero para seguir en la batalla campal hasta recuperar la fe (hoy confianza) en el Gran Mercado del Mundo. Y mientras sigue la debacle, lo más granado de las finanzas, los grandes capitanes, siguen gastando en guantes perfumados (balnearios de lujo y restaurantes) para tapar el hedor corrupto en la celebración de la victoria tras el sangriento rescate; para tener al dios ( dinero) de nuestra parte no queda otra que rezar, previo pago de limosnas (ante el escándalo por los 150.000€ de la comilona de sus 50 ejecutivos, Fortis ha emitido un comunicado alegando que son gastos habituales previstos dentro del presupuesto suntuario que sólo es el 0,1%) .
Resulta tan literal la condenada repetición de la historia que no vendría mal avisar a nuestros políticos con la frase que al respecto escribió Maquiavelo en El Príncipe (1513): " El actual rey de España no habría realizado ni vencido en tantas empresas si hubiera sido liberal". Pues eso, que hay que pedir responsabilidades y ajustar bien las cuentas al Gran Capital si no queremos que esto acabe como "el Saco de Roma".
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besos
Ana Maria