ECLIPSE TOTAL
A la memoria y presencia de Moncho Alpuente,
desaparecido recientemente.
Foto tomada de blogs.publico.es |
Puede estar en cualquier parte, sobrevolando el goyesco cielo de este Madrid que le mataba con su pasión imposible o, más allá, en ese limbo entre lo visible y lo invisible donde el tiempo no existe y del que no tenemos noticias fehacientes. Pero estoy segura de que, esté donde esté, estará bien acompañado, por los amigos que se fueron antes y por los pensamientos de los que aún estamos en el callejón de partida.
Será una de esas ironías que Moncho practicaba con tanta soltura, pero me perturba el hecho de que su marcha se produjera con el último eclipse de Sol. Me cuesta aceptar que una Luna entrometida nos haya ocultado el radiante genio de su espíritu burlón, burlándonos a todos el calor de su generosidad descomunal y a Chary y a Bárbara la energía de su amor y entrega incondicionales. Pero en Las Palmas ha granizado, en Madrid ha caído una tromba de lágrimas y en Segovia el temblor de La Alameda resuena incesante con el "mal viento" que lo arrancó de su nido. Me cuesta aceptar el poder de esa oscura sombra, el eclipse total. Moncho vive. ¡Viva Moncho!
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