Antinapoleónicos frente a Ilustrados


La última entrada de mi hermana Carmen en su curioso Blog dedicado a la salud mental, Devaneos, recoge unas cuantas frases célebres, extraídas de las entrevistas a los cientos de enfermos con los que ha tratado en sus más de 20 años de brillante desempeño en la gestión social de la locura. De su obsequioso aperitivo ( anuncia más entregas) me he quedado impactada por la impagable confesión que transcribo aquí:

" Voy a tener que ir al psiquiatra a que me recete antinapoleónicos porque me noto cada vez más afrancesado "

No sabemos nada de la dolencia auténtica del paciente, pero no cabe duda de que se trataba de un hombre culto, cuya ilustrada inclinación le hacía sentirse culpable. ¿Constituye esta afirmación, una asociación surrealista propia de un demente? Opino que de ninguna manera. Creo, por el contrario, que constituye un inadmisible y clamoroso destello de lucidez, toda una sentencia. Superada esa primera imagen ( un arquetipo de tebeo) que pinta a los locos paseando con la mano entre la botonadura de la chaqueta, dando instrucciones bélicas o gritando Josefina porque se creen Napoleón, uno cae en la cuenta, sobre todo si vive en Madrid, de que plantea una verdad palmaria y un conflictobicentenario en las Españas. Es evidente que me refiero a la celebración de las efemérides de la Guerra de la Independencia que estamos padeciendo en Madrid.
Desde que las fuerzas populares tomaron la Alcaldía de la Villa y Corte, el tufo del casticismo que aflora en las fiestas locales del 2 de Mayo y San Isidro resulta cada año más pestilente. En este año de gracia y exaltación del heroísmo patriotero de 2008, el asunto alcanza cotas sofocantes. La infausta tradición inaugurada en 1992 de celebrar los centenarios con enormes despilfarros en eventos multitudinarios ha convertido Madrid en un escenario esperpéntico de teatrillos, performances, zarzuelas, cortejos y otras farsas delirantes. Las flores que se han visto este mayo en la capital son del siguiente estilo: además de los habituales chulap@s , verbenas y cocidos descomunales en la Plaza Mayor, concurso de chotis y otros bailes de salón entre los franceses Jardines de Sabatini; los catalanes de la Fura dels Baus descolgándose entre fuegos artificiales sobre la misma Cibeles de Raul, en una acrobacia política,y diz que dramática, tan arriesgada como insólita ( quizá un efecto colateral y circense del nou Estatut); el Señor Alcalde, más gallardón que nunca, disfrazado de edil de la época, sacando del propio Museo del Prado reproducciones de los lienzos de Goya (otro afrancesado) sobre los horrores de la guerra entre una nutrida procesión de figurantes con los mismos atavíos; series de TV de dudosa factura grabadas ad hoc y otros desmanes que me duele describir. O sea, que el conflicto sigue como siempre: ignorancia frente a progreso ; republicanos contra borbones; oriundos contra gabachos; frivolidad frente a libertad, igualdad y solidaridad; iletrados contra ilustrados; antinapoleónicos contra afrancesados.
El supuesto enfermo mental debería venirse a Madrid. Aquí se administra su tratamiento sin tasa ni tino. Gratis total.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Pues qué bien os los pasáis por Madrid¡

Ya veo, Belinda, que te quejas de vicio. Vente por tu pueblo y verás las viñas reverdecer en una primavera lluviosa.

La tierra de tu pueblo, tan descarnada y roja en el frío invierno, se viste de un verde luminoso ahora. Luego vendrá el dorado otoño y las hojas amarillas y rojas.

Eres siempre muy densa en tus comentarios, amiga. Se diría que tu pensamiento, de tan concentrado todo, se podría cortar con un cuchillo. Así te veo yo, mi Belinda querida.

Te mando un fuerte abrazo. Y otro para el bueno de JA, no se nos ponga celoso.
Os quiero.
Luis Teódulo

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