Crestomatía del Árabe Literal con Glosario (2): El Aleph


El trauma lingüístico generado por la profesora de árabe "M", aunque dejó una huella indeleble en mi trayecto académico, tuvo un importante lenitivo en un hallazgo literario que me reconcilió un tanto con los enigmáticos simbolísmos de las lenguas. Me refiero a mi primera lectura de "El Aleph", el maravilloso relato de Jorge Luis Borges, en la edición de 1978 de Alianza Editorial. En él, Borges toma el Aleph no sólo como" la primera letra del alfabeto de la lengua sagrada" sino como el punto donde convergen todos los puntos, es decir, el punto de partida de todo relato, de todo lenguaje, la luz minúscula y primigenia que precede a la multiplicidad luminosa del cosmos, el escondido generador de todos los universos, la esfera que destella, simultáneamente y desde todos los puntos de vista, todas las imágenes posibles, el recipiente y la sencia de toda inspiración, de todo conocimiento ...
Como es sabido, el corazón del cuento transcurre en la narración de lo que le acontece al protagonista cuando su rival literario y amoroso le encierra en un angosto y oscuro sótano para que pueda descubrir "su aleph". La descripción que sigue de las visiones del aleph constituye, para mí, el fragmento más brillante, expresivo e imaginativo de la literatura española de todos los tiempos; la metáfora más perfecta y elegante del proceso de creación y, la mejor lección de idiomas que se puede recibir. De su lectura gozosa extraje un mensaje que no he olvidado: todos los alfabetos, todos los lenguajes contienen el mismo universo, la totalidad de los mundos. La dificultad radica en trasmitirlos, en saberlos contar, en hacerlos visibles, legibles. Quizá sea imprescindible empezar por encerrarse en la incómoda negritud del sótano de la memoria y allí, entre la invisible soledad, dar pasos de ciego hasta encontrar nuestro propio aleph.

Postdata. Me ha alcanzado estos días la noticia de que las autoridades argentinas intentaban repatriar los restos de Borges. No creo que hayan leído el Aleph, pero existe un testamento, que el autor público a través de EFE, en el que abunda con claridad en su voluntad de que fuera Ginebra su punto de fuga hacia la posteridad. En la nota de prensa pedía que se respetara su voluntad de hacerse invisible. No deberían osar enmendarle la plana a escritor tan insigne. Por mucho poder que tengan, les falta autoridad, como a mi profesora de árabe.

Comentarios

Dante Bertini ha dicho que…
me das una noticia escalofriante!
espero que no logren esa expatriación
él eligió ser enterrado en ese pequeño y bien cuidado cementerio de Ginebra
allí debería quedarse
Anónimo ha dicho que…
Por algún lugar leí que la ministra argentina, a la vista de las consultas familiares, desistió ya finalmente del intento y Borges seguirá su descanso en Ginebra.

Ya que andamos por tierra de vino, permitidme que os copie este Soneto del vino de Borges:

"¿En qué reino, en qué siglo, bajo qué silenciosa
conjunción de los astros, en qué secreto día
que el mármol no ha salvado, surgió la valerosa
y singular idea de inventar la alegría?

Con otoños de oro la inventaron. El vino
fluye rojo a lo largo de las generaciones
como el río del tiempo y en el arduo camino
nos prodiga su música, su fuego y sus leones.

En la noche del júbilo o en la jornada adversa
exalta la alegría o mitiga el espanto
y el ditirambo nuevo que este día le canto

Otrora lo cantaron el árabe y el persa.
Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia
como si ésta ya fuera ceniza en la memoria"

Un abrazo.
Luis
Anónimo ha dicho que…
Creo que tendré que retomar a Borges, hace ya muchos años (¿30?) no pude, lo tengo guardado en un rincón de la estantería.

Pilar
Anónimo ha dicho que…
Si mi memorIa no falla, que es un desastre, volviste a matricularte de Griego, porque yo recuerdo a mamá cantando por el pasillo de casa : ALFA BETA, GAMMA......y todas ,nos aprendimos la cantinela

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