Crestomatía del Árabe Literal con Glosario
El alborotado título con el que doy paso a esta entrada responde exactamente al de un repertorio de textos del árabe clásico. Lo utilizábamos como manual en la asignatura del mismo nombre, durante el primer año de carrera en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza (1972). Me vino a la cabeza desde aquellos remotos tiempos a cuento de un chascarrillo, de esos que corren por la red, que me envió mi hermana Carmen y reproduzco aquí:
Poema bellísimo حسب الدستور المعدل عام أصبحت إسبانيا دولة قانون إجتماعية و ديمقراطية الحاكم الفعلي للبلاد. البرلمان الإسباني مقسم الى مجلسين واحد للأعيا |
قبل البرلمان اعتماداً على نتائج |
Yo casi lloro también al revivir la experiencia religiosa (sufrimiento infernal) que padecí durante aquel curso. El grupo de los que habíamos elegido Árabe lo componíamos una veintena de desertores de las ciencias que
no podíamos cursar Griego porque no lo estudiamos en bachillerato y pensábamos que partiendo de cero sería más fácil, pero nunca pudimos imaginar la que se nos venía encima...
La que nos cayó encima, con toda la contundencia de la mezquita de Córdoba, era una catedrática inabordable que llamaré M por si las moscas todavía le pican. La Dra. M era una mujer todavía joven, alta y fuerte, de pelo negro, tez cetrina y gafas leves. Entraba al aula con paso firme y, sin siquiera mirarnos, se ponía a pasar lista; se colocaba en el estrado, detrás de la mesa y allí permanecía sentada durante toda la clase como una sombra, como una prominencia espectral del negro encerado. Inmediatamente después de tomar asiento, abría su crestomatía e iniciaba una perorata ininteligible que nadie osaba interceptar; propinaba irritantes campanillazos a cualquier susurro; los murmullos los apagaba con frases despreciativas y cortantes; las preguntas o las dudas las aclaraba, sólo al final de la sesión, blandiendo un bolígrafo plateado a modo de alfanje, como queriendo ensartar las herméticas respuestas directamente en nuestros sesos torturados. Aquella señora tenía más peligro que Tarik y yo me veía envuelta en una campaña de siglos por la conquista del aprobado.
He de decir que me matriculé con curiosidad intelectual y sin asomo de prejuicio por aquella lengua de preciosa caligrafía que evolucionaba de derecha a izquierda (yo era muy rebelde y me emocionaba discurrir en dirección contraria), pero, aunque creo no estar mal dotada para el aprendizaje de idiomas, me pasé el año sumida en una especie de estupor impotente, incapaz de desentrañar ni la frase más elemental de aquel librito que, para mí, se quedo en cresto-manía.
Inopinadamente conseguí superar aquella materia. Tuvo mucho que ver J.Puyuelo que me ayudó con paciencia islámica ( tipo la del que se sienta en la puerta de su casa hasta ver pasar el cadáver de su enemigo) a superar la aversión escrupulosa que me producía "la M". No obstante, creo que gracias a mi instinto de conservación, logré olvidar enseguida hasta el alfabeto.
PD. Casualidad o no, nunca he olvidado que la primera conjugación que nos hizo aprender aquella temible profesora fue el verbo matar ( katala). ¡Que Alá la perdone!
Punto y aparte. - No comprendo por qué protestan tanto del Plan Bolonia.
no podíamos cursar Griego porque no lo estudiamos en bachillerato y pensábamos que partiendo de cero sería más fácil, pero nunca pudimos imaginar la que se nos venía encima...
La que nos cayó encima, con toda la contundencia de la mezquita de Córdoba, era una catedrática inabordable que llamaré M por si las moscas todavía le pican. La Dra. M era una mujer todavía joven, alta y fuerte, de pelo negro, tez cetrina y gafas leves. Entraba al aula con paso firme y, sin siquiera mirarnos, se ponía a pasar lista; se colocaba en el estrado, detrás de la mesa y allí permanecía sentada durante toda la clase como una sombra, como una prominencia espectral del negro encerado. Inmediatamente después de tomar asiento, abría su crestomatía e iniciaba una perorata ininteligible que nadie osaba interceptar; propinaba irritantes campanillazos a cualquier susurro; los murmullos los apagaba con frases despreciativas y cortantes; las preguntas o las dudas las aclaraba, sólo al final de la sesión, blandiendo un bolígrafo plateado a modo de alfanje, como queriendo ensartar las herméticas respuestas directamente en nuestros sesos torturados. Aquella señora tenía más peligro que Tarik y yo me veía envuelta en una campaña de siglos por la conquista del aprobado.
He de decir que me matriculé con curiosidad intelectual y sin asomo de prejuicio por aquella lengua de preciosa caligrafía que evolucionaba de derecha a izquierda (yo era muy rebelde y me emocionaba discurrir en dirección contraria), pero, aunque creo no estar mal dotada para el aprendizaje de idiomas, me pasé el año sumida en una especie de estupor impotente, incapaz de desentrañar ni la frase más elemental de aquel librito que, para mí, se quedo en cresto-manía.
Inopinadamente conseguí superar aquella materia. Tuvo mucho que ver J.Puyuelo que me ayudó con paciencia islámica ( tipo la del que se sienta en la puerta de su casa hasta ver pasar el cadáver de su enemigo) a superar la aversión escrupulosa que me producía "la M". No obstante, creo que gracias a mi instinto de conservación, logré olvidar enseguida hasta el alfabeto.
PD. Casualidad o no, nunca he olvidado que la primera conjugación que nos hizo aprender aquella temible profesora fue el verbo matar ( katala). ¡Que Alá la perdone!
Punto y aparte. - No comprendo por qué protestan tanto del Plan Bolonia.
Comentarios
El carrito de mi infancia no llevaba jinjolas, pero si pastillas de leche de burra (así las llamábamos) que chupábamos sin más. La tía Garrapincha, a la que recuerdo como un trasunto amable de la Doña Urraca de los tebeos, nunca nos dijo que tuviera que ver con la belleza. Aunque... a mi tambien me creció la nariz.
Sigue escribiendo, porfa...
Pilar
Yo también recuerdo el verbo katala...
Pilar
Ha sido muy interesante leer tu relato, realmente no sé cual sea tu profesión o a que te dediques pero la pasión con la que escribes es evidente y de una calidad excelente.
Muchas felicidades!!!